lunes, 5 de diciembre de 2016

DE PIE

Final de vuelta: Vecinos Unidos vs Centro Juventud Agrario


En un partido chato pero incierto hasta el final, el León y el Tricolor no se sacaron ventajas, por lo que el título quedó en Río Tercero.


El plantel que Cantarini dispuso para la final. 


En un estadio Puma Usandivares repleto, en la ventosa tarde del domingo, Vecinos y Agrario igualaron 1 a 1 y, por la ventaja obtenida en el partido de ida, el equipo de barrio Castagnino es el campeón del torneo clausura de la LRRF.

Como en la ida, el Tricolor pegó desde el vestuario. Al minuto y medio, el árbitro Mariano Peñaflor pitó penal tras una mano dentro del área del local. El encargado fue Luca Maldonado, que definió suave a la derecha de Iván Castro, la pelota pegó en el palo y besó la red. Rápida ventaja y el partido cambiaba desde el comienzo.

La pelota a la izquierda y Castro a la derecha. Primer gol de Maldonado en el torneo.

En desventaja, Vecinos planteó su estrategia en aprovechar el fuerte viento a favor e ir con constantes pelotazos. Rápidamente gozó de un tiro libre en el borde del área, pero el remate de Juan Taler pegó en un defensor y fue rechazado. A los 25 minutos, un largo pelotazo tomó mal parada a la defensa de Agrario y Juan Capatto quedó mano a mano con Marcos Villarreal, el cual achicó rápido y le ahogó el grito al 9 local. El viento era el arma más peligrosa de Vecinos.

A los 35, llegó el empate. Taler habilitó a Rodrigo Barcelona que llegó libre por derecha y de volea puso el 1 a 1. El gol le dio envión a los riotercerenses que pudieron marcar el segundo con un gran remate de Ulises Carignano (de lo mejor de la cancha) que pasó apenas arriba del travesaño.

Para el complemento, el local se refugió muy cerca de su arco y Agrario fue a todo o nada, aunque el nivel de juego fue bajo y primaron las ganas y el empuje. Aprovechando el viento a favor, la pelota parada de Paolo Garello fue el arma más importante del Taladro pero no pudo aprovecharla, aunque varios de sus envíos pasaron cerca del arco local.

La primer situación clara del segundo tiempo fue a los 31, con un tiro libre de Lucas Menzio que pegó en el travesaño. Los últimos minutos fueron dramáticos, con Vecinos defendiéndose como podía y Agrario yendo con lo último que le quedaba. En el último minuto, Marcos Herrera tuvo un tiro libre cerca del área y el estadio se llenó de expectativa. El 10 buscó por arriba de la barrera, pero Castro se estiró y privó el gol que hubiera significado que la final fuera a tercer partido. En ese momento el árbitro pitó final y la alegría fue todo amarilla.
La gente reconoció el esfuerzo a los jugadores, que devolvieron el saludo a la hinchada más fiel de la Liga.

El Tricolor cayó, pero cayó de pie. El equipo de Fernando Cantarini tenía como objetivo a comienzo de año permanecer en la categoría y lo logró con holgura. De yapa, llegó a semifinales en el apertura y obtuvo un subcampeonato en el clausura. Queda un gusto amargo porque el rival no lo superó en ningún momento, ya que la característica de las finales fue la extrema paridad que hubo entre ambos equipos. Sin dudas, el emotivo aplauso de las más de 450 personas que viajaron hasta Río Tercero, es una caricia al dolor de perder una final. Es el reconocimiento a un equipo que, aún en las adversidades, entregó todo y se le plantó de igual a igual en cualquier cancha, ganándose el respeto de los demás clubes. De pie y con la cabeza en alto que el fútbol siempre da revancha!!